lunes, 26 de septiembre de 2011

LA CARA DEL AMOR


Mira esta mirada, ¿qué te dice? Aquí ves la mirada inocente, confiada y feliz, del ser que tiene toda una vida por delante, una vida nueva y llena de ilusiones, un alma tranquila, un alma plena.
Esta, es la forma y manera que llegamos, es nuestra naturaleza tener todos estos valores, dados por el Gran Grande. Donde todo es sano, natural. Sabes, me encanta estar en los parques, ver a los niños jugar, como entre ellos solucionan sus conflictos y tan amigos continúan el juego.
Incluso, cuando llegan a ti y te dicen con esa carita inocente, todo está bien, no te preocupes, como te abrazan y besan cuando tienes una herida y dicen sana sana, Dios es una bendición muy linda tener un niño a tu lado.
Sabéis, en estos días estaba yo un poco preocupada y llega a mi casa, la esposa de un sobrino y su niño. Cuando marcharon, me fui con ellos, me acercaban a una visita que tenía que hacer. El niño, en su sillita del coche comenzó a cantar, imagínate tiene dos añitos, todavía se traba un poquito al hablar, el escucharlo, con esa vocecita tan linda y pura, comencé a sentirme inmensamente, en una armonía y paz, que mis lágrimas empezaron a brotar, ese niño sano y me dio lo que yo en días no había logrado.
Pido a mi Dios, día a día no perder esa inocencia que traigo desde niña y ver las cosas como las ve un niño. Donde hay que ver las cosas, una maravillosa oportunidad de crecer, de aprender y verlas desde el corazón, que el amor este en todos mis actos, sentir que todos estamos aquí con un propósito, el propósito de seguir en estado de gracia. Esto quiere decir: No perder la esencia de la fuente, de dónde venimos todos, Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario